Condenamos enérgicamente el ataque al Hospital Saudí en El Fasher, Sudán, que ha causado la pérdida de muchas vidas.
Transmitimos nuestras condolencias a las familias de las víctimas y al pueblo de Sudán, y deseamos una pronta recuperación a los heridos.
Reiteramos que debe respetarse el derecho internacional y que las infraestructuras civiles no deben ser nunca un objetivo.
Mantenemos nuestro compromiso de apoyar los pasos que permitan el establecimiento de la paz y la estabilidad en Sudán.